El virado era un proceso bastante habitual en las fotografías analógicas y que se usaba para copias de calidad. Consiste en bañar una copia ya revelada en una solución que contenga otro metal más resistente al paso del tiempo porque, como sabes, la plata tarde o temprano se oxida. Durante ese baño o virado, el metal se adhiere a las zonas más oscuras (con más cantidad de plata), dando a la imagen un carácter diferente al que tendría solo con la plata.
Para los virados se usaron, históricamente, diversos metales como el oro, el platino o el paladio. Además de dotar a la obra de mayor estabilidad, los baños elegidos aportaban un toque diferente a la copia. El platino, que se usó mucho en alguna época, tendía a dar negros muy profundos. El paladio, en cambio, era muy apreciado cuando se buscaban negros de tonos cálido.
Ese es, precisamente, el efecto que queremos conseguir con este virado al que, además, hemos añadido un efecto envejecido que da un carácter completamente diferente a la fotografía.
